La reutilización de aguas es una práctica ampliamente extendida a lo largo de la geografía española y mundial. Históricamente se ha llevado a cabo de forma indirecta, donde los usuarios de un río aguas abajo captan el agua que vertía otro usuario aguas arriba, y desde principios de la década de los 80 de forma directa: el agua depurada es sometida a un tratamiento de regeneración para su desinfección y el agua reutilizada es empleada con un fin determinado.
La actualidad, marcada por la crisis económica y la abundancia de agua durante los últimos años, ha puesto el foco del mercado en los usos industriales. En este sentido, las empresas de referencia en las últimas tecnologías aplicadas a la regeneración de aguas han desarrollado soluciones que permiten un ahorro significativo de recursos y la disponibilidad de un agua segura tanto en cantidad como en calidad.
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