Toda aquella sustancia cuya incorporación a un cuerpo de agua natural conlleve
el deterioro del mismo se convierte en un agente contaminante (Ministerio de Salud,
1997). Los contaminantes del agua se pueden clasificar en tres tipos: químicos, físicos
y biológicos (Miranda, 1996). Los contaminantes químicos son compuestos por
productos químicos orgánicos e inorgánicos. Los productos orgánicos disminuyen el
oxígeno resultante de su utilización en el proceso de degradación biológica, lo que
causa un desajuste y serias perturbaciones en el medio ambiente. Los compuestos
inorgánicos causan un efecto tóxico y en algunos casos al demandar oxígeno
contribuyera la disminución de este.
Los contaminantes físicos son cambios térmicos, color, turbidez y presencia de
sólidos. La temperatura influye en la vida acuática, en las reacciones químicas,
velocidad de reacción y en la aplicabilidad del agua a usos útiles, como es el caso de
aguas provenientes de la industria. El color determina cualitativamente el tiempo de las
aguas residuales, si el agua es reciente esta puede ser gris; sin embargo cuando los
compuestos orgánicos son descompuestos por las bacterias el oxígeno disuelto se
reduce a cero y el color cambia a negro. La turbidez originada por los sólidos en
suspensión. Otros contaminantes son las espumas, detergentes y la radio actividad. Los contaminantes biológicos generalmente son los responsables de la transmisión de
enfermedades como el cólera y la tifoidea (Miranda, 1996).
Más información en: http://www.em-la.com/archivos-de usuario/base_datos/lodos_septicos_EARTH.pdf
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