Cerca de 2.500 millones de personas en el mundo no tienen acceso a instalaciones de saneamiento básico, pese a los notables avances en esta materia en las últimas dos décadas, periodo durante el cual un 17 por ciento adicional de la población de Latinoamérica se benefició de estos avances.
Ante lo ocurrido en el sureste asiático, los países latinoamericanos y del Caribe redujeron notablemente la proporción de sus poblaciones sin acceso a fuentes mejoradas de agua y cumplieron por adelantado con este Objetivo del Desarrollo del Milenio, planteado para 2015.
Así lo señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) al presentar sus estadísticas mundiales sobre la evolución del acceso a servicios de saneamiento y agua apta para el consumo humano.
La falta de ellos está relacionada con la transmisión de enfermedades como cólera, diarrea, disentería, hepatitis A y tifoidea.
Tres países latinoamericanos -Ecuador, Honduras y Paraguay- son mencionados "por sus impresionantes mejoras relativas" en acceso a instalaciones de saneamiento, con un 25 por ciento o más de mejora en la cobertura desde principios de los noventa.